En principio para la receta de San Valentín había pensando en hacer unas galletitas de corazón con mensanjes. Si, super original, nunca visto pero esta semana hizo tanto calor que la simple idea de prender el horno me daba vértigo. Así que para San Valentín en versión latitud sur, invitaré a mi amor a tomar un helado, como cuando eramos chicos y llenabamos agendas con corazones.

Ingredientes
Ananá dos tazas
Miel 1/4 taza
Jugo de limón 2 cucharadas
Agua 1 media taza 

En una sartén colocar el agua y la miel, revolver hasta que hierva. Dejar enfriar.

En la licuadora (o con minipymer) , colocar las dos tazas de ananá pelado y cortado con el agua y la miel y dos cucharadas de jugo de limón.

Licuar.

Colocar en un recipiente grande para que forme una capa fina y llevar al freezer hasta que esté congelado.
La idea es que cuando está congelado hay que sacarlo y volver a procesarlo, pero hacía tanto calor que no hizo falta, directamente se puede servir con una cuchara. Si lo preparan en invierno y está más congelado, se puede volver a procesar para lograr la textura del helado.


Rinde dos porciones grandes, perfecto para compartir.

A los chicos les encantó y descubrí que el helado de ananá es uno de los preferidos de mi marido -sorpresa- que nunca pide porque "no le gusta a nadie". Así que al final, les gustó a todos.
Además es una opción de postre rico, sano y muy light, sin azúcar, ni conservantes ni colorantes.


¿qué les parece?
¿lo harían?
Si alguna lo prueba para San Valentín o cualquier otro día del año, me cuenta?

Buena semana,
M.