Esta semana mis hijos empezaron de nuevo las clases.
Además de las corridas típicas de uniformes, libros, autorizaciones y forrar con contact, este año más que nunca me costó el "volver a clases".
Más allá de la rutina y volver a despertarme a las 6.30 am lo que más me cuesta es ver que están tan grandes. Verlos crecer y acompañarlos es divino, pero a veces querría que se quedaran así.
¿a ustedes les pasa?
¿o soy sólo yo?
Feliz de semana para todos!