Para seguir la semana temática, no podía faltar una receta y como en esta época no tenemos la fruta se me ocurrió hacer galletitas con forma de sandía. Las hicimos con los chicos, aprovechando que están de vacaciones y se diviertieron un rato.
Una vez que estuvieron media hora en la heladera, se estira la masa y se corta un círculo con corta pasta o como yo no tengo, use un vaso chiquito. Una vez que tenés los círculos, los volvés a cortar por la mitad. Placa de horno hasta que estén doradas y seguir las instrucciones de la receta tal cual.
Una vez que están cocidas se estira la pasta ballina (se compra en los cotillones) se corta de la misma manera y se pega (con un poquito de agua a la masa de las galletitas. La pasta ballina no necesita cocción. Para que no se pegue a la mesada, lo ideal es usar azúcar impalpable, así no quedan con gusto a harina.
Con un pincel (que conviene reservar sólo para uso en la cocina) se pintan con colorante comestible (también se compra en el cotillón) la forma de la sandía con rojo y
verde abajo,
dejando un espacio entre medio para que se vea el blanco de la pasta.
Son muy fáciles de pintar, no tengan miedo y si no quedan prolijísimas no pasa nada! Los ingredientes también son fáciles de conseguir y para los chicos fue muy divertido el proceso. Mientras yo pintaba sandías con Sofi, los varones hicieron galletitas con el escudo de River! Si no quieren usar pasta ballina, se pueden pintar directo sobre la masa, pero previo a la cocción. Ojo, no lo probé, pero creo que puede andar, aunque el diseño no va a quedar tan nítido. Si lo hacen, ¿me cuentan?
Para terminar el efecto sandía, mientras el colorante está fresco, le tiramos unas semillitas de amapola y listo!
Les prometo que son fáciles de hacer y muy ricas y un proyecto divertido.
También, pueden ser una buena idea para algún cumpleaños temático o para regalar en un frasco lindo, no?
Yo no soy muy de hacer cosas con pasta ballina (pura azúcar) ni colorantes porque intento que todo sea más natural pero de vez en cuando y en vacaciones de invierno, valía la pena un permitido.
De paso les muestro el nuevo servilletero Ani. ¡No podía esperar y justo la foto iba!
Me encanta porque es súper versátil, va para una mesa bien formal y elegante o para una mesa informal y canchera. Lo bueno es que es del color de la servilleta que usen!
¿qué opinan?
A mi me encantaron!
Espero que a ustedes también les gusten
¿las harían?
¿me cuentan?
PD: Lulú hace la receta con aceite y azúcar orgánica para que sean más naturales. No la probé todavía pero ella me contó que también salen muy ricas.