En el post pasado de "poner la mesa"
la propuesta era el mix de estampas y colores.
Así que esta vez, decidí ir para el lado opuesto, 
monocromía total.

Arrancamos con un mantel blanco de base.
Aunque en general no hago manteles blancos lisos, me enamoré de este género que tiene en la trama, pequeñas florcitas blancas, super delicadas.
Con los mismos platos de la vez pasada, cambiamos el estilo completamente.

Para indicar el asiento, aunque después se sienten donde se les canta,
puse una piedra y con marcador blanco, el nombre de la invitada.
Me gustó como quedó y creo que hasta me llevaría la mía a casa
(es un divague?)


Con el mismo marcador,

escribimos un mensaje en frasquitos de vidrio para las velitas

que podrían ser los de yogur dahi o hasta si querés hacer malabares para que caigan paraditas,
se pueden usar frascos de mermelada.
O prenderlas con magiclick pero no tengo (sigue existiendo, no?)

pajarito obnubilado por la belleza de las velitas...

con pesita corazón que recomiendo colocarla como en la foto y no en la punta del mantel, porque así
hace doble efecto.
Por un lado de pesita porque desde esa ubicación funciona mejor y no embolsa el mantel y por el otro, porque lo mantiene bien estirado y lindo para recibir los platos.


Usé unas copas antiguas de cristal heredadas pero se puede seguir con el estilo shabby chic (para ponerle un nombre) de un gaucho de cada pueblo, sin problemas.

Para terminar, algo que nunca puede faltar en una linda mesa,
flores.
Del jardín, del vecino, de la florería o hasta una plantita en maceta traída desde balcón.
¿Otra idea?
Usar algo que no sea florero como florero, suma interés visual a la mesa y le da otro toque divertido.
También usé el pizarrón y podría haber puesto unas estrellitas como estas


Mientras ustedes me cuentan como arman su mesa 
o que opinan de esta,
que le sumarían
restarían
o si se llevarían la piedra en la cartera