"Tenía 24 años y era mi primera vez en Europa. Hacía base en Madrid en lo unos tíos y de ahí fui recorriendo mucho de España en viajes cortos y un viaje más largo con mochila al hombro en una recorrida de casi un mes incluyendo varios países. Viajé sola, durmiendo en albergues de la juventud, viajando en tren y obvio, presupuesto acotadísimo... pero felicidad inmensa!
Volviendo de la vuelta larga, llegaba de Bruselas a París, de donde salía el tren a Hendaye/Irun, frontera Francia/España. El tren de Bruselas me dejaba en Gare du Nord y yo debía conectar con metro hacia otra terminal para mi tren Internacional. Era tarde, ya de noche y tenía el ticket para mi próximo tren, pero no tenía ticket de metro... ni francos! (no existía era el euro!) De todos modos, no veía boleterías abiertas… sólo máquinas! Estaba agotada, la mochila me pesaba horrores, había caras no del todo amigables, empezaba a correr la hora y tenía terror de perder mi tren! Me empecé a desesperar y no encontraba la manera de conseguir un ticket…
Hasta que de la nada, dos personas distintas casi sin preguntarme qué necesitaba pero como adivinando la situación, me regalaron un ticket de metro cada uno… fue un segundo, un simple gesto que seguro ninguna de esas personas recuerda pero yo sí! Dos tickets!! Para mí es la prueba de que cuando viajamos, nuestro ángel labura doble.
Conté esta anécdota mil veces… y agradezco a esas personas y en ellas a todos los que, aún inmersos en su vida cotidiana, se dan el tiempo para una sonrisa, una indicación en un mapa, una mano para levantar tu valija, una recomendación y tantos otros gestos que hacen que la experiencia viajera sea de las más lindas que podemos vivir!"
Volviendo de la vuelta larga, llegaba de Bruselas a París, de donde salía el tren a Hendaye/Irun, frontera Francia/España. El tren de Bruselas me dejaba en Gare du Nord y yo debía conectar con metro hacia otra terminal para mi tren Internacional. Era tarde, ya de noche y tenía el ticket para mi próximo tren, pero no tenía ticket de metro... ni francos! (no existía era el euro!) De todos modos, no veía boleterías abiertas… sólo máquinas! Estaba agotada, la mochila me pesaba horrores, había caras no del todo amigables, empezaba a correr la hora y tenía terror de perder mi tren! Me empecé a desesperar y no encontraba la manera de conseguir un ticket…
Hasta que de la nada, dos personas distintas casi sin preguntarme qué necesitaba pero como adivinando la situación, me regalaron un ticket de metro cada uno… fue un segundo, un simple gesto que seguro ninguna de esas personas recuerda pero yo sí! Dos tickets!! Para mí es la prueba de que cuando viajamos, nuestro ángel labura doble.
Conté esta anécdota mil veces… y agradezco a esas personas y en ellas a todos los que, aún inmersos en su vida cotidiana, se dan el tiempo para una sonrisa, una indicación en un mapa, una mano para levantar tu valija, una recomendación y tantos otros gestos que hacen que la experiencia viajera sea de las más lindas que podemos vivir!"
Qué linda historia Vero! Te imaginé chiquita, sola, cansada y tarde y sentí el alivio de esa ayuda desconocida. Cuantas veces viajando alguien nos da una mano incluso sin entedernos en el mismo idioma. El lenguaje de la solidaridad habla el léxico del universo.
¿salimos hoy a alegrarle el día a alguien con una sonrisa, un comentario, un gesto de buena onda sin mirar a quién?
Si querés compartir tu historia
envianos tu relato a info@soloparamideco.com.ar con
Buenas Acciones S.A. en el título.
Buen martes para todos y la semana que viene les cuento una que me pasó hace unos días y fue increíble!
M.
Gracias Marine!! Amo estas mini historias de solidaridad anónima e inspiradora. No se necesitan grandes cosas para cambiarle el día a alguien! Beso grande!
ResponderBorrarHola Chcias ! Qué linda historia Vero ! La generosidad se graba a fuego en quien la recibe pero el que la da tmb será bendecido. Lindííísima esta sección , abrazo
ResponderBorrarque divina historia Vero!!!! coincido 100% la gente es solidaria..... y más cuando estas afuera... cuando viajé sola la gente me ayudó muchisimo!!!!! divino, besos
ResponderBorrarQué linda la historia de Vero! Me pasó igual que a vos mientras leía. Creo 100% en esas pequeñas acciones que hacen grandes diferencias. Otra iniciativa tuya que adoro Marine!!!
ResponderBorrarSon gestos que valen tanto más de lo que la gente se imagina. Me encantó la historia Vero, e imaginarte viajando sola tanto tiempo, eso lo admiro! Que buena onda este tipo de posts Marina!
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