Fiaca.
Grande.
Tremenda.
Terrible.

Volví de vacaciones y no quiero hacer nada de nada.
Así nomás, nada.
Quiero seguir el ocio eterno.
No sé que me pasa.
En general, cuando me voy de vacaciones, me alegra volver, reencontrarme con mi casa, mis cosas, el trabajo, las amigas que quedaron.
Esta vez, cero. Quiero hacer fiaca, quedarme en la reposera para siempre. Tengo la bikini pegada, pero al cerebro.

Por acá 
¿qué se cuenta? ¿hay alguien ahí? ¿planes vacacionales? ¿cómo se bancan la vuelta?
Cuentenme así no me siento tan sola en este tremebundo ataque de ocio.