Cuando son chiquitos y no dormís tres noches seguidas, pensás:
qué bueno cuando crezcan! Voy a dormir.
Y un día crecen.
Y se van a otro continente.
Sin vos (qué tupé!).
Por 18 días (qué divague!).
Y no dormís.
Y pensás:
Ojalá estuviera en el cuarto de al lado.
Llorando desde la cunita sin dejarme dormir!