Como tampoco tenía escribano y obviamente mi marido me suele cantar detallista, puntillosa, saqué fotos para que vean que es verdad!

La historia es que me levanté el sábado a la mañana con mi enanito - no le digo, así estaba literalmente disfrazado de enano porque el día anterior había actuado en el colegio- y no había nada de desayunar y para practicar lo que predico, decidí honrar semejante nivel de acting con unos pancakes de madre.

Acá están las fotos para que comprueben que es verdad y también que por mi labor, me gané este regalo de día de la madre.

Valió la pena cocinar!