Tengo en el
comedor diario, esta mesa baja heredada y desde hace mucho tiempo la quiero
pintar de amarillo. Cuando pusimos el papel (lo pusimos nosotros en un acto de valentía) dije “Este
es mi momento para pintar la mesa” y no, no era. Pero cuando empezó el mes
amarillo me di cuenta que finalmente había llegado y más aún cuando empecé a
trabajar con Alba. ¡No más excusas! Vení para acá mesita.
Primer paso,
elegir EL amarillo. Como soy fanática de los colores y es mi tema de trabajo en
general, la selección del color era muy importante para mí. Usé la app de Alba
para ver qué color de amarillo estaba en el papel porque como conviven en el
mismo espacio me parecía importante que el amarillo tuviera al menos un eco de
los amarillos del papel. Fue genial porque todas me ayudaron en Instagram a
elegirlo, muchísimas gracias a todas por los mensajes, fueron muchísimos a tal
punto que me hice una planillita de Excel para ver cuál era el elegido. Dentro
de los preferidos estaba Dorado Caliente (me encantan los nombres, son
geniales, algunos muy divertidos y todos inolvidables) y como la mesa tiene en
la tapa una placa de bronce con un diseño en relieve quería que el amarillo
elegido fuese cálido para que convivan en armonía. (Si están en la búsqueda de
un amarillo para su casa pueden leer este post sobre como elegir el amarillo ideal
para cada espacio). Así que armada
con el Dorado caliente y los materiales
puse manos a la obra.
Elemento a pintar
Lija fina para
madera (yo use la 120/150)
Guantes de látex
Papel de diario
Banda elástica
Paso 1. Elegir la
pintura adecuada. Yo elegí el satinol al agua porque es un esmalte satinado que
queda lindísimo pero además tiene muy poco olor, seca rápido y tiene una lindísima terminación. Para estos proyectos es ideal.
Paso 2. Una lija
suave y luego
pasar un trapo húmedo para retirar el polvo (el mío es amarillo, obvio).
Paso 3. En el
caso de mi mesa, tuve que encintar la unión de la madera con la parte metálica
con cinta de pintor. Por supuesto que si la mesa es toda de madera y del mismo
color no hace falta, pero siempre que vayan a pintar algo que necesiten
delimitar, el mejor aliado es la cinta de pintor.
Después
de lijar, barrí y recién ahí puse el papel de diario para que el polvo que queda
no se pegue a la pintura, parece una pavada pero suma a la prolijidad general. Proteger
bien el piso con papel de diario o algún plástico. La prolijidad y el cuidado
previo hace que después no te arrepientas de haber pintado. Creanselo a alguien
que tiene muestras de gotitas en todo el piso de la galería, pero aprendí y
mejoré. Al menos eso espero.
Paso 4. Colocar
en la lata una bandita elástica de librería. Es un datazo de @chinaconmonio de
los Tres Tips realmente genial por varios motivos. Primero porque el pincel
tiene que tener la carga suficiente de pintura para pintar pero a la vez no
tiene que tener demasiado porque no queda bien el resultado final. Es como
cuando nos pintamos las uñas. Hay que ponerle poca pintura al pincel aunque
implique darle más manos, el resultado va a ser mil veces mejor que si cargamos
mucho el pincel. Y la banda elástica nos ayuda a que tenga la carga suficiente
sin manchar todos los bordes de la lata. Cuando los bordes de la lata se
ensucian es mucho más difícil cerrarla.
Paso 5. Dar la
primer mano y esperar a que seque. Luego dar las manos necesarias para que la
pintura quede pareja.
Para tener en
cuenta. En este caso, no necesitaba darle un color de base pero si la madera es
muy oscura o si está pintado de otro color, recomiendo siempre dar una base
para que el color final quede fiel al original. El color de la base debe ser un
gris medio. El gris tiene la capacidad de dejar la superficie neutra para que
cualquier color que pintes arriba quede perfecto. De hecho, por ejemplo en mi
casa, pinté una pared de rojo y la única manera para que quedara bien fue pintar
la base de gris. Dependiendo del color, a veces la base puede ser blanca, pero
otras veces el gris es fundamental. Durante el fin de semana vi un stories de
@aceitunaninja que no podía tapar el azul de sus paredes con blanco. Le dio 20
manos y no podía. ¿La solución? Una mano de gris y listo!
Otra cosa importante. Yo elegí el pincel por color, era amarillo y me tenté para la foto pero fue grave error. Elijan el mejor pincel que puedan comprar ya que si no, puede dejar pelos en la superficie pintada y es tremendo ir sacando pelitos, levantamos la pintura, queda desprolijo. Además
como la pintura es al agua, el pincel se lava y se guarda para el próximo
proyecto.
¡Y así quedó mi
mesa amarilla!
Como siempre que
postergás alguna tarea, cuando finalmente la hacés te das cuenta que no era tan
tremendo y que fue peor dar tantas vueltas porque una vez que ponés manos a la
obra, lo hacés en un rato. Mi recomendación es música, mate o algo que te guste
tomar y sólo poner manos a la obra. Lo bueno de la pintura es que te permite
cambiar un mueble en un rato sin invertir demasiado.
¡Espero que les den ganas de salir a pintar todos sus muebles!
¡Espero que les den ganas de salir a pintar todos sus muebles!
Buen fin de
semana,
M.