Siempre que pienso en violeta, pienso en Van Gogh uno de mis pintores preferidos que amaba el violeta, sobre todo combinado con amarillo. En una de las cartas a su hermano Teo le dice: ¨debido a que hay mucho amarillo, el violeta se pone a cantar". No se porqué esa frase me quedó grabada pero cuando pienso que el violeta no me gusta tanto, trato de pensarlo como Vincent y ponerlo a cantar.
 El violeta es un color que se origina de la mezcla del rojo y el azul. Es considerado un color frío, junto con el verde y el azul. 
En la antigüedad el color púrpura se hacía con la tinta de un molusco que vive en el Mediterráneo. Para obtener el color se necesitaba la mucosidad del molusco, se colocaban en calderas y dejaban que se pudrieran y así obtenían más, aunque largaban un olor insoportable. Una vez podridos, se ponían al fuego 10 días y aumentaba el olor. Ese extracto, era amarillento.  Ahí se colocaban los tejidos que quedaban de ese color. Luego, se ponían a secar al sol y se transformaban en verdes, después en rojos y finalmente en violetas. Por este proceso, se lograba un color que no se desteñía ni decoloraba, por eso se convirtió en símbolo de la eternidad (los otros colores se desteñían) y del poder. La preparación de una vestimenta púrpura llevaba años ya que se transportaba la seda de China a Damasco y ahí se tejía. Después la llevaban a Fenicia donde se teñía de púrpura y luego a Egipto donde se bordada en oro.
En el imperio romano solo el emperador, su esposa y el heredero podían llevar túnicas de color púrpura. A los ministros y altos funcionarios se les permitía llevar sólo un detalle púrpura en la túnica. Llevar algo de color púrpura sin estar autorizado estaba castigado con la pena de muerte. Se podía reconocer la importancia de cada persona por la cantidad de color púrpura que llevaba.
El púrpura siguió siendo el color del poder mientras hubo púrpura auténtico. Cuando Constantinopla fue conquistada por los turcos, la púrpura desapareció. Las tintorerías imperiales fueron destruidas y los tintoreros asesinados.

El violeta es el color de obispos y prelados de la Iglesia Católica, cuyas sotanas, en los actos oficiales, son de color morado. Pero también en sus sotanas negras de diario se reconoce su rango: las de los obispos tiene botones violetas y la de los cardenales botones rojos. Como color litúrgico, el violeta es también el color de la penitencia. En el acto de la confesión, el sacerdote lleva una estola violeta y los confesionarios tienen casi todos cortinas de color violeta.  En el simbolismo cristiano, el violeta también es el color de la humildad.

En la novela de Alice Walker ‘The color purple’ (el color púrpura), las flores campestres de color lila significan que Dios está en todas las cosas. El color violeta es también el de lo divino y el de la fe.

Cuando Elizabeth Taylor estuvo casada con el político republicano John Warner y lo acompañaba en sus campañas, no podía vestir de violeta (su color favorito) porque el partido estimaba que el color de los reyes no era el más adecuado para un partido que se llama republicano. 
Dicen que el violeta marca el límite entre lo visible y lo invisible siendo el color más íntimo del arco iris al enlazar con el invisible ultravioleta.
Cuando se está haciendo de noche, es el último color antes de la llegada de la oscuridad total.

El color morado está asociado con la protección psíquica. El índigo es un color muy poderoso para la psiquis, está asociado con el funcionamiento del cerebro y es un estimulante de la imaginación y de la intuición. También es un fuerte sendante. El violeta y el morado son colores de transformación a nivel espiritual y mental, capaces de combatir los miedos y aportar paz. Ellos tienen un efecto de limpieza en los trastornos emocionales. La Meditación con este color, produce un efecto sanador y transmutador. Dicen que para cambiar algo en nuestra vida, hay que pasar por el morado o violeta, para obtener el equilibrio emocional y psíquico. Al chakra del cerebro se le atribuye el color violeta porque en él se unen los sentimientos y el entendimiento, al igual que se unen rojo y azul para dar como resultado el violeta.

En el simbolismo de los pueblos originarios, el violeta es el color de la transmigración de las almas y en el simbolismo moderno es el color de las drogas alucinógenas y los nombres de estas drogas suelen ser violetas como ‘purple heart’ o ‘purple rain’. Ahora entiendo a Prince.

El 31 de Octubre de 1969 60 miembros de la Gay Liberation Front se manifestaron frente al San Francisco Examiner por tener políticas editoriales homofóbicas. Los empleados del diario, tiraron por la ventada tinta de impresión sobre los manifestantes que mojaron las palmas de sus manos con la pintura violeta y las imprimieron sobre los muros del edificio y por la ciudad. De esta manera, la mano violeta se transformó en un símbolo de la liberación gay estadounidense.

Estos colores están asociados a los signos Piscis, Acuario y Sagitario.
¿Les gusta el violeta? ¿Tienen alguna otra historia con violeta? Pueden ver lindas fotos violetas por acá.