Conocí a mi amiga Guilli en el 29 yendo a la facultad y tuvimos una conexión inmediata. Nos hicimos amigas esa mañana en el colectivo y ya van más de 22 años de amistad ininterrumpida. Guilli es de esas amigas de hierro que te acompañan en las buenas y en las malas, que son las primeras en festejar tus alegrías y en abrazarte cuando estás triste. Por eso cuando el año pasado le diagnosticaron cáncer de mama lloré muchísimo (sin decirle una palabra). Fue un año largo, doloroso y duro, pero mi amiga hoy está mejor y lista para compartir una información que puede ayudar a otras mujeres, por eso me parecía importante que escriba este post:
 “Hace meses mi querida amiga Marina me está pidiendo que escriba este post. Quiero que sepan que lo hago sólo por las personas a las que pueda ayudar. Hace un poco de más de un año me diagnosticaron cáncer de mama. No voy a detallar los términos médicos, tipo de tumor, grado y no sé que más porque no me los acuerdo. Después de una operación larga y post operatorio durísimo, tuve la consulta con el oncólogo donde me enteré que me esperaba un tratamiento más largo y duro aún: 16 sesiones de quimioterapia en el lapso de 6 meses, 33 sesiones de radioterapia y 10 años de tratamiento hormonal.
Entre toda la confusión, el dolor y los miles de sentimientos que tenía, uno de los más potentes era “no me quiero quedar sin mi pelo”. Tengo hijos chiquitos y no quería que me vieran pelada y además la realidad es que es un momento en el que estás muy vulnerable y la mirada ajena te pesa mucho. También sentía que era lo único que (tal vez) podía controlar y al menos quería intentarlo.
A través de una amiga me enteré de un método para evitar la caída del pelo causada por la quimioterapia y quiero compartirlo porque tal vez a alguien pueda ayudar y que le sirva como me sirvió a mí. 

Es un sistema de gorras frías. Las gorras se deben usar desde la primera sesión de quimio y durante cada sesión para que sean efectivas. Deben usarse 30 minutos antes de que te pasen la droga de la quimio, durante todo el tiempo que te pasen la droga y media hora después. Hay que cambiarlas cada 30 minutos para que siempre estén congeladas, para lo cual se necesitan varias gorras. Para la primera ronda de quimio se necesitan 4 o 5 gorras. Las gorras no se venden acá, yo las arme con packs de gel de esos que se usan para dolores musculares. Una vez que las gorras están listas es importante que estén en el freezer durante 48 horas por lo menos antes de usarlas, para que estén bien congeladas y hay que ponerlas en el freezer de manera que conserven su forma. El día de la quimio hay que poner las gorras en heladeras portátiles tipo las de playa, llenas de hielo, y que en la heladeritas no haya espacios sin hielo, que no haya espacios donde entre oxígeno, así se mantienen bien congeladas, y de ese modo hay que llevarlas al hospital.
Una vez en el hospital cuando ya estás ingresada y conectada al suero, ahí hay que ponerse la primera gorra. Arriba de la gorra hay que usar un pañuelo o gorro para ajustarla aún más. Sugiero llevar una toalla para ponerse en los hombros para no mojarse la ropa, y también llevar una manta y guantes para no tener frío. Los primeros 3 minutos cuando te pones una gorra nueva es muy molesto pero después pasa (duele mucho la cabeza por el frío!). 
Después de la primera quimio, el pelo se empieza a caer a los 20 días aproximadamente. Se va a caer un poco, es normal. Por eso hay que cuidar el pelo. Yo me lavaba el pelo una vez por semana solamente con shampoo para bebé sin conservantes ni parabenos ni jabón y muy suavemente. Me lo desenredaba muy suavemente con un peine grueso y el pelo mojado. No hay que usar secador y ni tinturas ni ningún producto para el pelo, solo crema de enjuague en las puntas si necesitas para desenredar. Yo me peinaba una sola vez por día.
Si bien no tenía la misma cantidad de pelo de siempre, no se me cayó todo. El sistema de las gorras es bastante trabajo para uno y también para los acompañantes que son los encargados de ponerlas y sacarlas pero para mi valió muchísimo la pena. 
En este post hice un resumen pero el sistema para el armado y la utilización de las gorras es más detallado y tengo un mail con las explicaciones completas y todos los detalles. Si necesitás más información podés mandarme un mail a gorrasfrias@gmail.com.

Como conclusión les puedo decir que pase de odiar los hospitales a que sean mi segundo hogar, pase de ser una im-paciente rabiosa a esperar horas con una sonrisa. Pase de ser terrenal, práctica y escéptica a meditar, respirar y hacer yoga. Como todo los que nos toca vivir, la forma en que cada persona lo vive es muy personal y si bien la caída del pelo puede no ser lo más duro o lo más importate, esto fue algo que me ayudó a verme y sentirme mejor y espero que pueda servir a alguien más.”

Gracias Guilli por compartir ésto, sé que fue muy difícil. Te quiero.

No duden en enviarle un mail si necesitan información sobre el sistema de las gorras a gorrasfrias@gmail.com. Y no nos olvidemos de realizar la consulta anual con el ginecólogo y hacer todos los chequeos que correspondan de acuerdo a nuestra edad e historia clínica. A veces estamos con mucho trabajo, poco tiempo, miedo o el motivo que sea y lo dejamos pasar y es muy pero muy importante no dejar de hacerlo.

Buen fin de semana,
M.