Una vez, un señor con el que trabajaba mi marido (y mi marido quiere mucho, es un especie de mentor) estaba pasando por un mal momento pero justo nos invitó a festejar algo. No me acuerdo bien cual era el evento pero cuando lo saludamos, mi marido le dijo "uy justo ahora, festejar". Este señor le contestó: "Mirá, en los momentos felices, siempre se festeja. Es lógico, obvio, sale fácil. Pero lo importante es no dejar de festejar jamás, sobre todo en los momentos difíciles. Es cuando más uno necesita celebrar la vida, la amistad, rodearse de la gente querida, pasarla bien. Así que acordate de festejar siempre, cuando tengas motivos, pero más todavía cuando no los tengas"
Y me quedó grabado, me pareció una gran enseñanza.
Siento que la amistad - como la maternidad - se construye con momentos compartidos. Amigas con las que te reiste, amigos que conocen a toda tu familia, tus historias, tus mayores papelones, tus más grandes triunfos. Leí en algún lado sobre alguien que pidió a sus amigos que no le regalen cosas materiales, sino "experiencias" ¿no es genial?
Un regalo de momentos, de experiencias compartidas y por eso me llena de alegría. Aunque a veces nos de fiaca, o estemos cansados o pasando por un momento complicado, tenemos que celebrar, no?

¿les gusta invitar amigos?
¿sienten que tiene que ver la amistad con experiencias y momentos?
¿son de celebrar o les da fiaca?

Le dedico este post especialmente a mi amiga del alma, Clau.
Buena semana,
M.

PD: quedan poquitos lugares para el miércoles, si quieren participar pueden escribir a info@mooirestaurant.com.ar para recibir información sobre el curso, costo e inscripciones.