Decía mi mamá, adaptando la frase de la bandera de Brasil como le convenía (es Orden y Progreso)
Y con ese lema me volvía loca para que ordene. Muchísimo resultado no le dio porque ser ordenada es una batalla que libro a diario. Me encanta el orden, pero me cuesta mantenerlo.
Tengo unas ganas de tener una copia en mis manos! La idea básica - creo - que consiste en deshacerse de todo lo que tenemos y no usamos. Todo eso que ocupa espacio en la vida y en vez de ayudarnos termina siendo un estorbo. Estoy hablando de cosas materiales, no equivocar el rumbo.
Si lo llego a conseguir, prometo post al respecto pero mientras tanto, les cuento un par de cosas que hago en casa que me ayudan a mantener el orden. O por lo menos a intentarlo de manera más eficiente.
Tomar un placard o por lo menos un estante. Si nos proponemos hacer todo en un día, es la locura, queda todo dado vuelta y además resulta tan agotador que es contrapoducente. Mejor tener objetivos más chicos y cumplirlos que proponerse ordenar 5 años de acumulación en 2 horas. 
Una vez que tenemos claro el objetivo armar tres pilas. Se queda, se dona/regala, se arregla.
¿Cuantas cosas tenemos que no usamos porque les falta un botón, o tienen descosido el dobladillo? Este es el momento para sacarlas del  placard y arreglarlas. Esto, si realmente las vamos a volver a usar y ahí llega el tema más duro.
Sacar lo que ya no vamos a usar. Es difícil despegarse de algunas cosas pero nunca vamos a lograr el objetivo de tener el placard/escritorio/casa ordenada si acumulamos cosas que no usamos. 
Es mejor tener poco y usar todo que tener muchísimas remeras y usar siempre las tres primeras de la fila, no encontrar nunca nada, que todo sea un desorden. El momento clave es la pila de donar o regalar. ¿porqué nos cuesta tanto deshacernos de esos jeans talle 24 en los cuales nunca más volveremos a entrar? ¿la esperanza de que nos vuelvan a quedar? Bueno, si llego a entrar de nuevo en talle 24 les garantizo que me voy a premiar yendo a comprar unos jeans nuevos! Lo más probable es que nunca más vuelva a pasar y mientras ocupan espacio valioso en el placard. Por otra parte hay mucha gente que les puede dar buen uso, aprovechar las cosas que nosotros ya no necesitamos.
Hay que ser duro, implacable si queremos lograr el objetivo. Las modas pocas veces vuelven tal cual, si ya no te queda, no te entra, está roto sin arreglo, dejalo ir y hacé lugar para que lleguen cosas nuevas. Cosas nuevas no van a llegar, si no tenés lugar donde meter un afiler. Duro, pero real.
Una vez que tenemos las tres pilas, volver a guardar lo que quedó para guardar y llevar lo antes posible la ropa de la pila donar/regalar adonde quieran donarlo, yo me doy 24 horas. Siempre hay lugares que lo reciben muy agradecidos. Podemos ayudar además de ayudarnos y está buenísimo. Otra idea es que se pueden guardar algunas cosas para hacer un swap con tus amigas. Nunca lo hice, pero ya me prometió una experta en el tema un post al respecto.
Y ponerse las pilas, último esfuerzo y darse una semana para la pila de arreglar. Llevar a la zapatería los zapatos, coser los botones que faltan, arreglar todo. Si dejamos la pila por ahí, van a volver a su lugar sin arreglar y vuelven al círculo del no uso porque...
Estos mismos pasos se pueden poner en práctica en cada parte de la casa, la cocina, el escritorio, cada ambiente y espacio puede pasar por el mismo "tratamiento". Les prometo que me arrepiento más de lo que guardo sin usar que de lo que he regalado para que alguien más lo pueda aprovechar.

¿qué opinan?
¿les cuesta ordenar?
¿les gusta? ¿les resulta fácil?
¿alguien leyó el libro de Marie?
¿Me cuentan sus técnicas de orden?