Una vez, uno de mis hijos me dijo: "Cuando llego a casa del colegio y veo la mesa toda linda, pienso en vos, aunque vos no estés".

Casi me muero de amor, por supuesto. Y esto fue antes de que me dedicara a hacer manteles, individuales y servilletas. Pensándolo ahora, creo que un poco me inspiró él.

 Porque armar una mesa linda, es un acto de amor, para los demás y también para uno.

¿Cuántas veces nos agasajamos a nostros mismos? ¿Por qué tomarse un te tiene que ser a las corridas en la mesada de la cocina? ¿Por qué no agasajarnos con una linda taza y un lindo individual?

A mi, un desayuno tranquilo con la mesa bien puesta, me pone más feliz. Hace que comience el día con otras pilas. Las pequeñas cosas son las que hacen la diferencia en la rutina de todos los días. (No se pueden perder un post sobre esto en Alma Singer)

Si estás pensando en invitar a tus amigas, o a toda la familia, si es un feriado, fiesta o un lunes cualquiera, probá poner linda tu mesa, vas a ver que te pone feliz.


¿les pasa? ¿les gusta poner linda su mesa?
¿tienen algún otro ritual cotidiano que las pone más feliz?